La roja no me la trae floja.

Como dice mi amiga Silvia, la roja me la trae floja.
Debe ser la única de España, pues llegas a una cafetería y te encuentras con dos clases de cosas.
Hoy entré en dos cafeterías.
La primera:
La cafetería del círculo.(recreativo cultural)
Silvia no quería ver el partido, así que Keka y yo entramos y la dejamos que se fuera a casa sola. (¡Bien por nosotras!) Entramos en la cafetería, en la parte de la barra, muy a mi pesar. Nos sentamos en una mesa con Fran y Juan José. Detrás se sentaron Sara y dos tíos más. Uno se fue a comprar algo o no se lo que, y una pareja de ancianos le cogió la silla y se sentó. Sara les dijo que la silla estaba ocupada, pero los señores se cabrearon y empezaron a decirnos a todos cosas sin sentido.
El hombre insistía en quedarse la silla, mientras que la mujer nos amenazaba diciendo que si hacíamos ruído llamaba al conserje. (como si eso nos importara)
A Keka la llamó su madre y nos fuimos.
A ella la cogieron con el coche, y yo me fui a la cafetería en la que estaba mi madre, debajo de mi casa.
Mínimo estaban unas 15 personas con banderas de la Roja anudadas al cuello o en las manos.
De repente gritos de EUFORIA. Su tercer gol. El de la roja claro, no el de los fans. Bocinas. Saltos. Gritos. Alegría.
Como hemos comprobado, tanto en el partido del circulo como en el del bar que esta debajo de mi casa se estaba viendo un partido de la Roja. En cambio, en el circulo, el ambiente era muy violento. Además, la Roja iba perdiendo. (todavia no habia marcado ningún gol) mientras que en el bar situado debajo de mi casa el ambiente era alegre y de compañerismo absoluto. ( y tres goles)
Ahora, mientras escribo esto, estoy oyendo una horrible bocina que debe de marcar su cuarto, quinto o incluso sexto gol.
Efectivamente, la Roja no me la trae floja.